AUTOR: CARLOS M. CASTROMONTE RODRÍGUEZ
Es frecuente señalar, que los procesos de descentralización se darán de una vez por todas cuando la metrópoli derive autonomías integrales, tanto administrativas como económicas, vanos intentos han tratado de remediar nuestro centralista sistema de gobierno, se han constituido miles de normar al respecto, pero que han conseguido, burocratizar mas el asunto principal, poniendo trabas sectoriales para la inversión y demás pautas de desarrollo, solo cabe mencionar oficinas como el SNIP, que dificultan la inversión en las regiones y luego se las culpa de ineficientes al no gastar el presupuesto con el que cuentan. Este breve análisis trata de interpretar desde un punto de vista dialéctico el problema de la centralización y su posterior plan de regionalización que a mi parecer no cuenta con los lineamientos sociológicos necesarios.
En primer lugar, analizando el País a los largo de su historia colonial y republicana, vemos que este se ha desarrollado de una manera desigual, siguiendo la línea histórica de un capitalismo neoliberal, es decir que en el Perú conviven hasta la actualidad diversas formaciones económicas y por ende sus relaciones sociales que les son atribuidas, esto ha ido variando de a pocos pero dentro del marco de la acumulación a escala mundial, es decir el aprovechamiento de los recursos y su posterior explotación, consecuencia de ellos nuevas formas de organización de la producción, de distribución demográfica y priorización (acorde al capital) de las actividades productivas, trayendo consigo desigualdades y desequilibrios socioeconómicos, generados por lo ya mencionado el patrón de desarrollo vigente enmarcado en la acumulación a escala mundial que se manifiestan en el grado de subordinación entre el centro y la periferia como bien lo señala Samin Amir, esto se ha mantenido desde la colonia hasta la actualidad, siendo el factor fundamental para que una regionalización no tenga visos de solución ni menos de implementación, por la misma configuración poblacional y económica del país, donde conviven diversos modos de producción a los largo y ancho del país y su desarticulación con las ciudades grandes.
Mientras que en la ciudad de Lima, principal núcleo de la transferencia de ingresos, sumado su tendencia hacía la terciarización, su desarrollo de la gestión empresarial y la concentración del financiamiento han posibilitado lo que ahora conocemos una ciudad con un mayor crecimiento de su base económica, desplegando a la periferia a simples espectadores del gran crecimiento urbano, a la par que se iban despoblando por lo atractivo del crecimiento urbano, lo que provocó una involución en la producción agropecuaria, inclusive ahora cuando las minas están en el boom económico de un país que supuestamente crece a niveles exorbitantes inclusive mas que los países desarrollados hablando macro económicamente pero no en términos percápitas, el país sigue respondiendo a sus líneas generales de apertura al mercado internacional, es decir la dependencia económica de las exigencias del mercado externo, esto ultimo analizado y discutido por el plan de desarrollo de las ventajas comparativas de los países subdesarrollados, pero que a la larga nos ha demostrado ser ineficiente, por que estadísticamente las ventajas no se pueden medir, por consiguiente, solo es una forma de acercarnos mas al mercado internacional, llámese países potencias, frente a la intromisión de productos extranjeros por el libre mercado, esto origina un nuevo fenómeno de dominación al que ya estamos acostumbrados, ya que si bien estamos dominados por el comercio internacional, ahora sucede un intercambio desigual de bienes y servicios dentro y fuera del país, dando lugar a una constante descapitalización y nuevos flujos migratorios del campo a la ciudad, en conclusión tenemos en el Perú niveles de desarrollo diferenciados por la misma razón del grado de desarrollo de sus formas productivas de cada región y de cada zona del Perú.
Resumiendo podemos decir que este proceso histórico del país nos ha traído lo siguiente:
ü Orientación de la producción en base a la demanda exterior, lo cual nos da una característica de país dependiente y exportador de materias primas.
ü Explotación de recursos sin la sostenibilidad ambiental, lo cual trae la desestabilización del ecosistema, todo en base al crecimiento urbano de las grandes ciudades como las de Lima.
ü Escasa articulación e integración económica, ya que solo las ciudades de producción dirigida a la demanda externa son conocidas y desarrolladas, mientras que la periferia sigue encaminada en su proceso involutivo.
ü Fuerte desarrollo de una infraestructura vial en zonas donde las actividades productivas son dirigidas al mercado extranjero, favoreciendo a la franja costera donde las plantaciones agro exportadoras desarrollaban un avance de sus fuerzas productivas, relegando como siempre a la periferia.
ü En consecuencia, un desequilibrado y deficiente sistema de servicios básicos que debiera de brindar el estado en las zonas de la sierra y la selva.
Ahora bien, las recetas en cuanto a política económica y social del FMI y del Banco Mundial están dirigidas en La Teoría Del Desarrollo De Las Ventajas Comparativas En Los Países Subdesarrollados, y como el nuestro hasta la actualidad, es un sistema ni siquiera capitalista sino Neoliberal, se siguen sin justificación alguna, lo cual sigue provocando una mayor concentración de actividades políticos, económicos, administrativos, en las zonas de mayor desarrollo comercial, ni siquiera productivos, también la aceleración de los procesos migratorios, con lo cual tiende a acentuar el patrón de asentamiento y constituirse la reproducción de la pobreza tanto en las zonas recientemente pobladas como en las abandonadas por estos migrantes, al mismo tiempo un proceso de urbanización no planificada de la ciudad de Lima, acentuaría las desigualdades en el interior de las ciudades, que no serían capaces de responder ante la descomunal demanda de empleo y infraestructura y de servicios sociales, acrecentándose los problemas de expansión urbana, congestión y contaminación ambiental, vistos en la actualidad en muchas ciudades grandes del país.
Otra receta que impulsan estos organismos multilaterales es el reforzamiento en infraestructura vial en los enclaves económicos, llámese, carreteras inter-oceánicas etc. Dirigidos como ya hemos mencionado por el patrón de acumulación a escala mundial. Todo esto trae consigo un deterioro en la calidad de vida de los Peruanos, la degradación y contaminación del medio ambiente, el incremento de la población en las grandes ciudades y el despoblamiento en otras generando nuevas formas organizativas en deterioro de la economía rural antes autosuficiente y ahora con problemas de alimentación, ya que sus nuevas formas productivas yacen al monocultivo atentando contra su seguridad alimentaría. (ver tesis del autor).
Hecho este análisis histórico, pasemos a una sumaria revisión de lo que significa la regionalización para un país y un gobierno con preceptos fundamentalmente neoliberales:
La regionalización vista sociológicamente a mi modo de entenderlo es la unión de ciudades con similitudes mas allá de las ideológicas o culturales, similitudes desde el punto de vista productivo, con el mismo grado de desarrollo de su formación económico y social, esta premisa ayudara a dilucidar algunas cuestiones trascendentales, como el manejo del espacio, este espacio entendido desde sus dimensiones sociológicas y económicas, es decir desde sus relaciones sociales de producción y el desarrollo de sus fuerzas productivas. El gobierno de este espacio obliga a una participación constante en la toma de decisiones y la administración de sus recursos, pero las preguntas saltan al aire: ¿un desligamiento comercial y productivo del centro, que consecuencias traen?, ¿se puede hablar de desligamiento?, ¿a que podemos denominar autonomía regional, cuando estamos en un proceso de globalización o en palabras mas sinceras, en un proceso de crecimiento del capital seguido de acumulación?, ¿economía articulada o no regionalizar la economía nacional?. Sin antes respondernos a estas preguntas será difícil pensar en una verdadera regionalización, pero valga decir, la implementación de una política económica y su manejo en áreas heterogéneas, entre los cuales es importante considerar instrumentos de política económica selectiva a nivel regional.
Dentro del plan nacional de regionalización se estipulan algunas consideraciones que sería buenos tomarlas en consideración y hacer un serio análisis de las consecuencias ya sean buenas o malas que traerían.
Dice: las pautas generales que norman y orientan el proceso de regionalización en el País, son de orden constitucional, político, administrativo, financiero y técnico, lo cual va a permitir establecer un proceso de viabilidad de dicho acontecimiento, lo cual implica también una nueva territorialización, pero no una demarcación al antojo de poderes locales, sino a una verdadera, que como ya hemos mencionado priorice los grados de desarrollo económico y social de la producción de cada zona del Perú. El aspecto legal estriba en el artículo de la constitución de 1979, hoy ya derogada, pero que en su artículo 259º decía: “la regionalización se constituye sobre la base de áreas contiguas, integradas histórica, económica, administrativa y culturalmente, conforman unidades geoeconómicas…” en primer lugar, señalemos que la demarcación regional tiene que ser intrínseca a áreas contiguas, no hay duda de eso, pero tomando como punto importante su relación homogénea productiva, y que constituyan entre todas las provincias de esa región un espacio geoeconómico, por tal motivo y en acuerdo con estas premisas, pero abstrayéndonos a la realidad, vemos que en el departamento de Lima provincias, Cañete, Canta, Huarochiri, tienen mas relación con el departamento de Ica, relación comercial, cultural, comparten espacios contiguos etc., pero este proceso de regionalización actual no considera tales proposiciones, y Lima solo es un ejemplo de los muchos que hay en el Perú.
Y para concluir, el proceso de regionalización debe de tener a mí parecer dos elementos fundamentales: el primero, demarcación territorial teniendo en cuenta los modos de producción de cada ciudad, ya que el Perú aun es una formación económica social, segundo, autonomía para el manejo y para todo el proceso de producción. Sin estos elementos una regionalización no tendrá sustento histórico, sociológico y mucho menos económico.